En este artículo, vamos a abordar el tema de la gestación en perros, específicamente la evolución del embarazo y los cuidados semana a semana que requiere una perra embarazada.
Fases del embarazo en perros
En las primeras semanas (0-2): el ciclo de celo puede variar o desaparecer. En esta etapa, la perra puede exhibir comportamientos atípicos, como un mayor interés por su entorno o una mayor impulsividad.
En las semanas 2-4: el vientre puede comenzar a abultarse ligeramente. La perra puede empezar a mostrar signos de nerviosismo y ansiedad, lo que puede incluir comportamientos como ladrar o sucumbir.
Semana 0-2: control de salud y rutina de cuidado
Es fundamental controlar la salud de la perra embarazada desde el momento en que aparezca el sello de la preñez. Aunque es difícil determinar la presencia de un embarazo en esta etapa, es importante realizar un examen ginecológico y realizar una ecografía para confirmar la preñez y determinar el número de cachorros.
Durante esta fase, la perra puede presentar un ligero aumento en el tamaño del vientre, aunque puede ser difícil de detectar. La perra puede seguir su vida normal, exceptuando que deberá evitar realizar esfuerzos físicos intensos y cambios bruscos en la temperatura.
En cuanto a la rutina de cuidado, es importante asegurarse de que la perra tenga acceso a un alimento nutritivo y sano, tal como un pienso embarazada. Es recomendable dividir la ración diaria en varias tomas para evitar el estrés gástrico. También es fundamental asegurarse de que la perra tenga un acceso fácil y limpio al agua fresca. Durante este período, es fundamental aseguarse que la perra tenga un lugar comodo y seguro para descansar y dormir.
Semana 2-4: cambios físicos y emocionales
En estas primeras semanas, el vientre puede comenzar a abultarse ligeramente. Los propietarios pueden empezar a notar este cambio ya a partir de la segunda semana de gestación. Además, la perra puede presentar un ligeramente aumento en el peso y en el tamaño de los pezones. Los propietarios pueden también observar un leve aumento en el tamaño de los pezones, los cuales pueden cambiar de color. Es importante tener en cuenta que estos cambios pueden ser difíciles de detectar, especialmente si se trata de su primera caza. Sin embargo, si se nota que hay un aumento significativo en el tamaño de la perra o cambios en su comportamiento, es importante consultar con un veterinario para obtener asesoramiento y hacer un seguimiento del embarazo.
Semana 4-6: estiramientos y ejercicios para prevenir problemas
En esta etapa, es fundamental ensuring that your pregnant dog is maintaining her physical health and flexibility. As her belly grows, her mobility and flexibility may be impacted, increasing the risk of musculoskeletal issues and discomfort. Encourage her to move around regularly and gently stretch with you.
Gentle stretches can help maintain flexibility and alleviate discomfort. Start with short sessions (5-7 minutes, 2-3 times a day) and gradually increase the duration and frequency. Focus on the following exercises:
- Front and back walking: Gently guide her from side to side, stretching her back and hips.
- Neck stretches: Gently tilt her head to one side, then the other, to loosen the neck muscles.
- Hip and groin stretches: Slowly lift her hind legs up and back, working the quadriceps and groin area.
- Gentle circles: Have her walk in small circles, gradually increasing the radius to stretch her hips and pelvis.
Remember to monitor your dog’s comfort and adjust the exercises according to her mood and preferences. If she seems distressed or uncomfortable, stop immediately. Consult with your veterinarian for personalized guidance on exercising your pregnant dog.
Semana 6-8: cambios en el comportamiento y la alimentación
En este período, la perra puede experimentar cambios en su comportamiento, lo que puede ser reflejado en una mayor agresividad o ansiedad. Algunas perras puedenacer más propensas a luchar o mostrar un comportamiento defensivo en presencia de otros perros o personas. Es importante ser paciente y comprensivo con ellas, ya que este comportamiento es normal y pasajero. Además, algunas perras pueden desarrollar una conducta más apasionada o más arisca, lo que puede ser motivada por los cambios hormonales.
En cuanto a la alimentación, la perra puede empezar a perder apetito o tener un gusto cambiado hacia las comidas. Esto es debido a los cambios en la producción de hormonas y el crecimiento rápido del feto. Es importante ajustar la ración según las necesidades individuales de cada perra y obtener recomendaciones del veterinario para asegurarse de que la perra reciba una nutrición adecuada y equilibrada durante el embarazo.
Semana 8-12: aumenta la frecuencia de visitas al veterinario
En estas semanas, el comportamiento de la perra puede cambiar, y puede desarrollar una conducta más apasionada o más arisca. La perra puede empezar a buscar lugares sombríos y cómodos para refugiarse y tener allí su camada. Es importante aumentar la frecuencia de visitas al veterinario para recibir recomendaciones específicas para el cuidado de la perra embarazada. El veterinario puede realizar pruebas de sangre para detectar posibles infecciones y recomendar tratamientos para evitar complicaciones en el embarazo.
Semana 12-16: preparación para el parto y la lactancia
En las semanas 12-16: el vientre puede aumentar de tamaño, y los vómitos pueden aparecer alrededor de los 35 días de gestación. A medida que se acerca el parto, la perra puede sentir una impaciencia creciente para dar a luz. Los dueños deben asegurarse de proporcionarle una atención especializada, incluyendo un aumento en la cantidad de alimento y agua, y un seguimiento regular con el veterinario. Es importante recordar que cada perra es única y puede reaccionar de manera diferente al embarazo y al parto.
Semana 16-20: recomendaciones para mantener un parto seguro
Es posible realizar una ecografía para confirmar el estado de preñez y determinar el número de cachorros.
Semana 20-24: posparto y cuidados de la madre y el cachorro
Semana 20-24: posparto y cuidados de la madre y el cachorro
Una vez que los cachorros nacen, es fundamental supervisar la salud y bienestar de la madre y sus hijos. Es común que las perras pierdan sangre después de parir, lo que se conoce como «placenta retrasada». Es normal que esta situación dure unos 7-10 días. Es importante supervisar la posible hemorragia vaginal y consultar con el veterinario si esto sucede.
Es fundamental proporcionar la lactancia regular y saludable para asegurar el crecimiento y desarrollo saludable de los cachorros. La perra debió recibir una vacuna contra la leucemia canina después de la primera camada para proteger a la madre y los cachorros. Los cachorros deben recibir suasanas y vacunas necesarias para mantenerse saludables.
La atención y cuidado de la perra embarazada y sus hijos es crucial para su bienestar. Es fundamental proporcionar un espacio seguro y cómodo para que la perra y sus hijos se sientan protegidos y seguros. Es importante mantener un ojo vigilante para detectar posibles problemas de salud y contactar con el veterinario en caso de emergencia.
Conclusión
La gestación en perros es un proceso natural que requiere un seguimiento estrecho y un cuidado especializado. Es fundamental visitar al veterinario para realizar una ecografía y obtener recomendaciones especiales para el cuidado de la perra embarazada. Es crucial tener en cuenta las necesidades únicas de la perra embarazada, desde la alimentación hasta la higiene, para garantizar un parto saludable y un crecimiento saludable de los cachorros.
Una vez que la perra llegue al final de su embarazo, es importante estar preparado para recibir la camada y brindar un refugio seguro y cálido a los cachorros recién nacidos. Con un cuidado y atención especializados, las perras embarazadas pueden tener un embarazo saludable y dar a luz a una camada de cachorros saludables y felices.