Ángulos nulos: los que no tienen apertura
Un ángulo nulo es aquél que no supera los 0° sexagesimales de apertura, es decir, sus lados coinciden en una misma semirrecta y no poseen apertura.
Ángulos rectos: con una apertura de 90°
Un ángulo recto es aquel que tiene una apertura de 90° sexagesimales exactos. Esto significa que los lados opuestos por el vértice del ángulo forman un segmento recto. Este tipo de ángulos son comunes en la vida diaria, como en la forma en que las esquinas de una habitación se unen a los muros o en la forma en que los ladrones se unen a las tejas de un techo.
Ángulos obtusos: con una apertura superior a 90°
Ángulos obtusos: con una apertura superior a 90°. Son caracterizados por tener un valor de apertura mayor que 90° sexagesimales, es decir, más grande que un ángulo recto. Un ejemplo común de ángulo obtuso en la vida cotidiana es el ángulo entre el suelo y un muro, que se forma cuando estamos sentados en una silla o en una mesa. Este tipo de ángulos es común en la arquitectura y la construcción, donde se utilizan para diseñar edificios y estructuras que deben ser resistentes y seguras. Además, los ángulos obtusos pueden ser encontrados en la meteorología, donde se utilizan para describir la forma en que las nubes y los vientos se mueven en el cielo.
Ángulos agudos: con una apertura inferior a 90°
Un ángulo agudo es aquel que tiene una apertura menor a 90° sexagesimales. Esto significa que tienen una apertura más pequeña que un ángulo recto. Los ángulos agudos se caracterizan por tener un vértice y dos lados que se juntan en ese punto, creando un ángulo con una apertura menor a la mitad. Ejemplos de ángulos agudos se pueden encontrar en la vida cotidiana, como el ángulo formado por la parte superior de una hoja de papel y el borde superior de una mesa.
Ángulos llanos: con una apertura de 180°
Los ángulos llanos son aquellos que tienen una apertura de 180° sexagesimales y cuyos lados son rectas consecutivas que se superponen en el vértice. Esta característica los diferencia de los demás tipos de ángulos ya que, en lugar de tener un vértice rotundo, poseen una suerte de «cierre» entre dos lados que se unen en ese punto. Por ejemplo, cuando se cierra completamente una puerta, forma un ángulo llano.
Propiedades de los ángulos: lado opuesto, vertice y apertura
Un ángulo tiene tres propiedades fundamentales: lado opuesto, vértice y apertura.
El lado opuesto de un ángulo es el lado opuesto al vértice, o punto en el que convergen las dos líneas que forman el ángulo. Cada ángulo tiene dos lados opuestos, que se encuentran en el vértice. Los lados opuestos de un ángulo son iguales de longitud.
Cómo se clasifican los ángulos según su apertura
Además, existen otros tipos de ángulos, que se clasifican en: Ángulos rectos, con una apertura de 90° sexagesimales exactos. Ángulos obtusos, con una apertura superior a 90° sexagesimales. Ángulos agudos, con una apertura inferior a 90° sexagesimales. Ángulos llanos, con una apertura de 180° sexagesimales y cuyos lados son rectas consecutivas que se superponen en el vértice.
Ejemplos de ángulos en la vida cotidiana
Al abrirse un abanico, se puede ver un ejemplo de ángulo nulo, ya que los lados se unen en una misma semirrecta y no tienen apertura. Otro ejemplo es el grafito y la aguja de un compás escolar cuando están cerrados. También podemos encontrar ángulos nulos en las hojas de una tijera cuando se cierran por completo. Estos son algunos ejemplos de cómo los ángulos nulos se encuentran en la vida cotidiana.
Conclusión
Los ángulos nulos son aquellos que no tienen apertura y se caracterizan por sus lados coincidentes, mientras que los otros tipos de ángulos se clasifican según su medida y forma de apertura. Es importante comprender estos diferentes tipos de ángulos para sentirse más comodidad y confianza en el manejo matemático y en la vida cotidiana.
