En el artículo que tienen delante, vamos a descubrir la longevidad de las águilas. ¡Disfruta leyendo sobre cómo algunas de estas aves insignes pueden vivir hasta 15 a 40 años, dependiendo de la especie.
¿Cuánto viven las águilas?
Las águilas son aves que pueden vivir entre 15 y 32 años en la naturaleza, dependiendo de la especie. En cautiverio, algunas águilas pueden llegar a vivir más de 40 años.
Longevidad en la naturaleza y en cautiverio
En la naturaleza, las águilas pueden vivir entre 15 y 32 años, dependiendo de la especie. Las águilas calvas, por ejemplo, pueden vivir hasta 25 años en el wild, mientras que las águilas reales llegan a vivir hasta 30 años. Sin embargo, en cautiverio, algunas águilas pueden alcanzar una longevidad mayor, hasta 40 años o más.
Casos especiales: águilas calva, real y arpía
La águila calva (Aegypius monachus) es una de las especies de águilas más longevas, con una esperanza de vida en la naturaleza de hasta 25 años. En cautiverio, algunos ejemplares han llegado a vivir hasta 32 años. La construcción del nido es un momento importante en el ciclo de vida de esta especie, ya que es cuando la hembra pone 1-3 huevos. Luego, ambos progenitores se turnan para cuidar a los pollos y proporcionarles alimento hasta que aprendan a cazar por sí solos.
La águila real (Aquila chrysaetos) es considerada una de las especies de águilas más valientes y longevas. Su expectativa de vida en la naturaleza es de hasta 20-25 años, mientras que en cautiverio puede llegar a vivir hasta 30-40 años. La construcción del nido es otro momento clave en el ciclo de vida de esta especie, ya que la hembra pone 1-4 huevos y ambos progenitores se turnan para cuidar a los pollos y proporcionarles alimento hasta que aprendan a cazar por sí solos.
Factores que afectan la longevidad de las águilas
Entre los factores que afectan la longevidad de las águilas se encuentran las acciones humanas. La caza directa es uno de los principales amenazas a la supervivencia de estas aves. Las águilas que viven en áreas rurales o urbanas suelen estar expuestas a la caza ilegal o destrucción de hábitat, lo que puede reducir notablemente su esperanza de vida. Además, el impacto con señales eléctricas, como antenas de teléfono móvil o líneas eléctricas, puede causar lesiones graves o incluso la muerte en las águilas que vuelan a baja altura. Las águilas también son vulnerables a la contaminación química y la proliferación de niebla industrial, que pueden afectar su sistema inmunológico y reducir su calidad de vida.
Acciones humanas que pueden afectar negativamente
Una de las principales amenazas a la supervivencia de las águilas es la caza directa. En muchos países, la caza de águilas por parte de cacciatori y coleccionistas de animales es común. Además, la destrucción de hábitat naturales y la contaminación por plaguicidas pueden afectar negativamente la supervivencia de las águilas.
Ciclo de vida de las águilas: cortejo, nido y cría
El ciclo de vida de las águilas comienza con el cortejo, un ritual donde los machos y las hembras se reúnen a aproximadamente un año después de la llegada de la hembra a la zona de cría. Durante este proceso, los machos intentan ganar la atención de las hembras expulsando plumas y haciendo exhibiciones aéreas para demostrar su fuerza y valía.
Una vez que la hembra ha elegido a su pareja, ambos individuos comienzan a construir un nido en un árbol o roca using material como ramas y plumas. La hembra pone usualmente entre uno y tres huevos, aunque algunas especies pueden depositar hasta una docena de huevos en un año.
Una vez puestos los huevos, la hembra los incuba por varias semanas, mientras que el macho les provee de comida. Cuando los polluelos han crecido lo suficiente, la pareja se les une para alimentarlos y defenderlos del peligro. Los polluelos emplumados entre 5 y 10 semanas antes de volar y comenzar su vida independiente.
Conclusión
Las águilas son aves de gran longevidad, capaces de vivir entre 15 y 40 años dependiendo de la especie. Es importante destacar que la supervivencia de estas majestuosas criaturas está amenazada por la acción humana, como la caza directa o el impacto con señales eléctricas. Es fundamental proteger y preservar el hábitat de las águilas, para garantizar su supervivencia a largo plazo.
