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Conoce las causas, síntomas y tratamiento de la hernia umbilical en perros

La hernia umbilical es un defecto congénito o adquirido que se caracteriza por la salida al exterior de contenido interno, como grasa, parte del intestino o incluso algún órgano, fuera de la cavidad en la que debería encontrarse normalmente. En este artículo, vamos a analizar las causas, síntomas y tratamiento de esta condición común en perros.

Causas de la hernia umbilical en perros

La hernia umbilical en perros se debe a defectos congénitos en el músculo abdominal o a lesiones posteriores que pueden ser causadas por varios factores. Uno de los motivos más comunes es la debilidad del músculo abdominal, lo que permite que los tejidos blandos y el contenido intestinal salgan de la cavidad abdominal y avancen hacia el exterior. Esto puede ocurrir debido a defectos en la pared abdominal durante el desarrollo prenatal o a lesiones traumáticas posteriores, como mordiscos o accidentes.

Otra causa común de la hernia umbilical es un desequilibrio en la presión intrabdominal, lo que puede ser amplificado por condiciones como la obesidad, la disminución de la tensión abdominal o la debilidad de los músculos abdominales. Además, ciertas enfermedades como la displasia de caderas o la luxación de la cadera pueden aumentar el riesgo de desarrollar una hernia umbilical.

Defectos congénitos y lesiones posteriores

Defectos congénitos y lesiones posteriores son las causas más comunes de la hernia umbilical en perros. Los defectos congénitos ocurren cuando las paredes del abdomen no se unen correctamente durante el desarrollo fetal, lo que permite a los tejidos internos, como grasa o parte del intestino, salir al exterior. Estos defectos pueden deberse a factores genéticos o a un problema en el desarrollo fetal.

Las lesiones posteriores, por otro lado, pueden deberse a accidentes, mordiscos o traumatismos que causen una rotura en las paredes del abdomen, lo que permite que los tejidos internos salgan al exterior. También es posible que los perros desarrollen hernias umbilicales después de un traumatismo abdominal, como un golpe o un choque. En estos casos, la hernia puede ser una consecuencia directa de la lesión y puede requerir atención médica urgente.

Lesiones causadas por mordiscos o accidentes

Otros tipos de lesiones pueden causar la hernia umbilical en perros. Por ejemplo, un mordisco agudo o repetido puede causar una fisura en la pared abdominal, lo que puede llevar a la salida del contenido intestinal al exterior. También es posible que un accidente, como un choque automovilístico o un golpe con un objeto, cause una lesión abdominal que conduzca a la hernia. En otros casos, una mordaza o una restricción excesiva durante el transporte o una mordaza incorrecta pueden causar una lesión abdominal que dé lugar a una hernia umbilical.

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Síntomas de la hernia umbilical en perros

Los síntomas de la hernia umbilical en perros pueden incluir un bulto suave y flexible en la barriga del animal, que puede ser reducible o no. En algunos casos, la hernia puede provocar dolor en la región umbilical y dificultades para moverse o sentarse. Cuando la hernia es reducible, puede ser posible sentir o ver el contenido sobresalir a través de la piel y regresar a su lugar normaalmente. Sin embargo, en otras ocasiones, la hernia puede ser irreducible y puede requerir tratamiento médico o quirúrgico.

Bulto suave y flexible en la barriga

El bulto suave y flexible en la barriga es uno de los síntomas más comunes de la hernia umbilical en perros. Este bulto puede ser reducible, lo que significa que puede ser devuelto a su posición normal, o irreducible, lo que requiere un tratamiento quirúrgico. El bulto puede variar en tamaño y ubicación, pero a menudo se siente suave y flexible al tocarlo.

Problemas de eliminación e inestabilidad

La hernia umbilical en perros puede causar problemas de eliminación, ya que el bulto en la barriga puede presionar contra el tracto urinario, lo que puede hacer que el perro tenga dificultades para orinar. Esto puede llevar a episodios de incontinenza urinaria, lo que puede ser muy desagradable para el perro y su dueño. En algunos casos severos, la hernia puede causar una inestabilidad en la posición del perro, ya que el bulto en la barriga puede afectar la postura y la coordinación. Esto puede hacer que el perro tenga dificultades para correr, saltar o realizar actividades físicas que requieren equilibrio y confianza.

Diagnóstico y tratamiento de la hernia umbilical

El diagnóstico de la hernia umbilical en perros se basa fundamentalmente en la inspección y palpación de la región umbilical, donde se nota un bulto suave y flexible. Hay que tener en cuenta que la hernia puede ser reducible o irreducible, lo que puede afectar el diagnóstico y tratamiento. La exploración por ultrasonido o radiografía puede ser útil en algunos casos para confirmar el diagnóstico y evaluar la gravedad de la hernia.

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El tratamiento de la hernia umbilical en perros dependerá del tamaño y gravedad de la hernia. En los casos de hernias reducibles, la reducción manual es común, mientras que en los casos más graves, la cirugía es necesaria para coser la brecha y prevenir futuras complicaciones. En algunos casos, la esterilización puede ser recomendada para prevenir complicaciones futuras. Es importante buscar atención veterinaria para evaluar y tratar esta condición, ya que en algunos casos puede comprometer la salud del perro.

Reducción manual y cirugía

La reducción manual es un procedimiento no invasivo que se realiza en consulta veterinaria. El veterinario experimentado utilizará sus dedos para guiar el contenido que ha salido del abdomen hacia el interior, ubicándolo en su lugar correcto. La reducción manual es efectiva para pequeñas hernias y puede ser realizada en un proceso relativamente breve. Sin embargo, puede ser necesaria la sedación o la anestesia local para los perros estresados o ansiosos.

En casos más avanzados o de gran tamaño, la cirugía es necesaria para corregir la hernia. La cirugía implica la reparación de la pared abdominal y el reubicación del contenido que ha salido. La técnica quirúrgica puede variar según el veterinario y el tamaño de la hernia, pero generalmente implica el cierre de la rentra en la pared abdominal y la reubicación del contenido en su lugar correcto. La cirugía es una forma efectiva para resolver la hernia, aunque puede ser un proceso más invasivo y requiere una recuperación más prolongada que la reducción manual.

Estabilización y seguimiento del perro

Después del tratamiento, es importante estabilizar y seguir al perro para asegurarse de que la hernia no se vuelva a formar. Un seguimiento continuo con su veterinario es esencial para verificar que el tratamiento haya sido efectivo y para detectar cualquier posible complicación. Es importante mantener la relajación y el descanso para evitar tensionar el músculo abdominal y prevenir nuevos problemas.

Prevención y tratamiento de problemas relacionados

La prevención de la hernia umbilical en perros es fundamental para evitar complicaciones y riesgos para la salud del animal. A continuación, se presentan algunas medidas para prevenirla:
En cuanto al tratamiento, dependiendo del tamaño y gravedad de la hernia, el veterinario puede recomendar un abordaje clínico comprendido en la reducción manual, la cirugía o la esterilización.

Conclusión

La hernia umbilical es una condición común en perros que requiere atención veterinaria adecuada para prevenir complicaciones y garantizar el bienestar del animal. Es fundamental buscar atención veterinaria a tiempo para evaluar y tratar esta condición, ya que en algunos casos puede comprometer la salud del perro. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden prevenir complicaciones y mejorar significativamente la calidad de vida del perro afectado.

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